Es verdad que ahora mismo, y durante todo el año, podemos comer casi cualquier verdura, fruta u hortaliza, pero que no se nos olvide, todo tiene su temporada. La naturaleza es sabia y, es en su estación cuando encontraremos en los alimentos su mayor potencial de sabor, color y, por supuesto, contenido nutricional.
En el caso de los tomates se dan las mejores cosechas de julio a septiembre, ¡Anda que no se nota! Y es que nada tan rico, como un buen tomate con sabor intenso.
Si nos quedamos en el paladar, tenemos un vegetal de lo más versátil. Para tomar en frío o en caliente, como base de un guiso o una salsa, en sopa, rellenos, al horno o a la plancha, combinados con otras verduras, con pasta, con arroces, en gazpacho, solos con un buen chorro de aceite de oliva y poco de sal…
Por ejemplo:
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Desayuno: un zumo de tomate, hinojo y manzana
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A media mañana: sobre una tortita de arroz crujiente, un picadito de tomate, cebolla, aguacate, germinados, aceite de oliva y un chorrito de lima.
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Comida: tomates al horno rellenos de quinoa y algas.
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Merienda: tostada en pan integral de cereales, con rodajas gruesas de tomate, ajos laminados finos y tiras de pimiento asado.
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Cena: un buen gazpacho con pepino, pimiento, cebolla, ajo, sal, aceite de oliva virgen, vinagre de manzana y un rico tomate. Si te inspira puedes añadir una remolacha cruda.
Propiedades nutricionales:
El tomate tiene mucha agua, mucha fibra y pocas calorías, que lo hacen ideal en dietas de control de peso (siempre que no lo estemos friendo). Entre los minerales encontramos el potasio, magnesio, sodio y fósforo, esenciales especialmente en verano y para deportistas, pues los perdemos en mayor cantidad con la sudoración. Tiene vitaminas A y C que mejoran la visión y fortalecen nuestro sistema inmune. Contiene carotenos, concretamente “licopeno” que le da este maravilloso color rojo, y le confiere propiedades antioxidantes, anticancerígenas, ayuda a disminuir el colesterol LDL (el malo) y los triglicéridos protegiendo nuestro corazón, antiinflamatorias, y previene las infecciones de orina y la formación de cálculos biliares.
¿Es o no es el tomate un súper alimento?