Ingredientes:
- 3 cebollas
- 3 zanahorias
- 1/2 coliflor
- 1 vaso de mijo
- Aceite de oliva
- Laurel
- Sal marina
- Perejil o cebollino
- Curry
- 3 vasos de agua
Preparación:
Tostamos el mijo en una cazuela y reservamos.
Cortamos las cebollas muy pequeñitas y salteamos en la misma cazuela con una pizca de sal hasta que esté bien pochada, añadimos las zanahorias (cortadas pequeñísimo), las flores de coliflor pequeñitas, el laurel entero (para luego separar), una pizca de sal, el agua y un poco de curry o la especia que nos guste. Añadimos el mijo que teníamos separado y dejamos que hierva tapado a fuego medio unos 25 minutos, controlar de vez en cuando que el agua se evapore pero no se nos pegue.
Retiramos el laurel y vertemos todo en una fuente de horno. Podemos espolvorear con almendra fileteada y metemos al horno a gratinar. Serviremos decorado con cebollino picado y podemos añadir alguna salsa como Tamari, Kelpamare…
Indicaciones terapéuticas: El cuerpo humano, utiliza los carbohidratos como fuente principal de energía transformándolos en glucosa, esta glucosa pasa a la sangre y de aquí a todas las células del cuerpo. Es nuestra “gasolina” más limpia. El mijo, tiene un carbohidrato de tipo complejo, con buen nivel de fibra, que favorece una absorción lenta, estando especialmente indicado en caso de Diabetes y Sobrepeso. Es también interesante porque no contiene gluten, por lo que resulta apto para Celíacos. Sus grasas son poliinsaturadas y monoinsaturadas, que ayudan en el control de Colesterol. Además, para ser un cereal tiene un alto contenido en proteínas, que en esta receta hemos completado con las algas. Desde la cocina macrobiótica, tiene propiedades reconstituyentes que favorecen una Flora intestinal saludable. Si añadimos los betacarotenos de las zanahorias y los componentes azufrados de la coliflor, estamos teniendo un plato con función antioxidante y anticancerígena.
¡¡ Dale al mijo con verduras ¡!