Dime si no te ha pasado en más de una ocasión, ir a echar mano del perejil y… ¡¡vaya, se ha puesto feo!! Y da igual si lo guardas en el frigo en una bolsa o lo pones fuera en un vaso con agua. Cuando no es que directamente se te olvidó pedirlo en la frutería….
Y es que el perejil es súper necesario en la cocina, en un rehogado, en una salsa, para darle uno toque a unas verduras a la plancha, en fin, mil usos. Y que así sea, porque nutricionalmente es un alimento muy interesante, te cuento:
- Diurético, potencia la función del riñón
- Hipotensor, precisamente por esa función diurética
- Por su alto contenido en hierro se recomienda en personas con anemia y fatiga
- Rico en calcio, ayudando a combatir la osteoporosis
- Antioxidante, ayuda a rejuvenecer nuestra piel
- Bueno para la digestión y el tránsito intestinal
- Rico en vitamina C lo que potencia nuestro sistema inmune
- Aporta vitamina A, K, C, D y grupo B (B1, B2, B3, B5, B6 y B9 o ácido fólico)
- Aporta minerales como potasio, zinc, fósforo y magnesio además del hierro y el calcio.
Y ahora que conoces los beneficios de esta planta maravillosa, te daré un truco para que nunca falte en tu cocina. En casi cualquier guiso en el que vayas a utilizar el perejil, como norma, suelen encajar bien el ajo, el aceite y la sal. ¿Por qué no mezclarlos? Si ponemos en la batidora un buen manojo de perejil, un ajo, un poquito de sal y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y, batimos a conciencia, tendremos una crema verde, lista para usar, que se conservará en el frigo durante meses. Bien, en realidad no te durará meses, porque lo vas a usar constantemente. ¡Haz la prueba!