Yo sé que si te hablo de magdalenas, rápidamente estás salivando sintiendo el sabor dulce en la boca, pero… ¡ sorpresa! Estas riquísimas magdalenas no están dulces, son un desayuno o merienda salidito y muy fáciles de hacer. Vamos allá con la receta.
Ingredientes:
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½ taza de harina de trigo sarraceno
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2 tazas de hojas frescas de espinacas
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3 huevos
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1 pizca de sal
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1 pizca de ajo en polvo
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1 cucharadita de levadura
Elaboración:
Empieza separando las claras de las yemas y bate estas últimas con las hojas de espinacas. A esta crema verde le vamos añadiendo la harina, la levadura y las especias. Finalmente añadimos las claras que hemos montado a punto de nieve, con una espátula y movimientos envolventes. Eso hará que queden esponjosas.
Untamos los moldes para magdalenas con un poquito de aceite de oliva y vamos rellenando sin llegar al borde, porque la masa va a subir en el horno.
Ponemos al horno a 200º durante unos 30 minutos (ya sabes que los tiempos de horno van a depender mucho del modelo, así que mejor les echas un vistazo de vez en cuando).
Propiedades nutricionales:
En esta receta, y dados los pocos ingredientes podemos hablar de dos cosas:
1) Las espinacas tienen acción anticancerígena por sus betacarotenos, previenen problemas oculares como las cataratas, ayudan a mantener nuestro sistema circulatorio y nos aportan hierro entre otros minerales.
2) El trigo sarraceno es el más saludable de todos, no contiene gluten (que lo hace apto para celíacos) y se aconseja en casos de hipertensión, insuficiencia cardiaca, arritmias, taquicardias.. ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol, se aconseja a los diabéticos porque disminuye el nivel de azúcar en sangre, contiene vitaminas del grupo B para nuestro sistema nervioso y es un buen aporte de proteína.
Puedes comer estas magdalenas solas o untadas en algún paté vegetal. ¡Pruebalas!