El calabacín resulta súper refrescante porque tiene un 95% de agua. ¿Qué mejor base para una buena ensalada?
Ingredientes:
- 1 calabacín
- 1 zanahoria
- ½ cebolla tierna
- 1 puñado de germinados (le puse de Alfalfa pero elige el que más te guste)
- ½ pimiento rojo
- 1 puñado de canónigos
- ½ manzana verde
- ½ limón
- aceite de oliva, sal y orégano
Elaboración:
La gracia de este plato estará en la base del calabacín, que podemos cortar en tiras o, si tenemos un espiralizador, en forma de espagueti.
Colocamos el calabacín entero cortado como base, añadimos hojas verdes (en este caso usé canónigos pero podrían ser espinacas, cualquier tipo de lechuga, escarola, rúcula…) y después el resto de ingredientes. Con el calabacín en crudo pega todo, así que abre tu frigorífico y piensa qué otras verduras u hortalizas te apetece incluir.
Para preparar la salsa, vierte en el vaso de la batidora la manzana cortada en trozos, el zumo de medio limón, un chorrito de aceite, una pizca de sal y orégano al gusto. Batir y listo.
Propiedades nutricionales:
Por su alto contenido en agua y bajo en grasas, este es un plato muy indicado en dietas de control de peso. Encontramos además minerales como potasio, magnesio, fósforo, calcio y vitaminas C y K entre otras. Ideal para favorecer la salud de nuestros huesos, combatir resfriados…