Y si, claro, en este plato podría usarse cualquier seta, a mi personalmente me gusta la textura del shiitake y su sabor … y me vuelve loca pensar que, además, estamos potenciando nuestro sistema inmune ¡¡Arriba las defensas¡!
No siempre nos hace falta la proteína animal, (la carne o el pescado) y podemos comer rico y nutritivo con lo que la tierra nos ofrece. Hoy Quinoa, a medio camino entre el cereal y la verdura y con lo mejor de los dos mundos. La quinoa tiene aspecto de un grano, como el arroz, el mijo…. y se cocina como tal, pero, ¡sorpresa! pertenece a la familia de las quenopodiáceas, como la espinaca, la acelga, la remolacha.. esto no lo esperabas por su aspecto ¿verdad?
Según la variedad de Quinoa, puede aportar desde un 12% hasta un 23% de proteína, (a nivel de cualquier carne), que además es de un alto valor biológico porque es de muy fácil asimilación para el cuerpo. También nos aporta grasa saludable, en torno al 9% de Omega 6, carbohidratos, minerales (hierro, fósforo, calcio, magnesio), vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina) y una buena cantidad de fibra soluble e insoluble. Además, no tiene gluten, por lo que es apta para celíacos y su índice glucémico es muy bajo, que la hace estupenda para diabéticos. Desde el punto de vista calórico está en torno a los 370 kcal /100gr (más o menos como los garbanzos, judías, lentejas..)
- Ingredientes (para 2 personas):
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1 cebolla mediana
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1 puñado de setas shiitake
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2 zanahorias
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160 gr de Quinoa en seco
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A cocinar !!
Por una parte preparamos la Quinoa. La lavamos bien debajo del grifo y ponemos a hervir con el doble de agua. Tapado, a fuego lento, hasta que quede seco.
En otra cazuela, ponemos la cebolla cortada a medias lunas, lo que nos dará todo su dulzor. Cuando empieza a estar pochada, añadimos las setas en trocitos y damos vueltas unos diez minutos. Agregamos por último la zanahoria rallada y mantenemos 5 minutos más. Finalmente, añadimos la Quinoa que ya estará lista.
¡A disfrutar!
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